Tratamientos de Várices sin Cirugía
¿Qué es el tratamiento de várices sin cirugía?
El tratamiento de várices sin cirugía incluye todos los métodos que no requieren una cirugía, es decir, que no necesitan una incisión en la piel. Este tipo de tratamiento comprende principalmente el uso de láser, radiofrecuencia y pegamento (adhesivo) para tratar grandes várices, aplicados a través de una pequeña punción en la vena.
Con métodos sin cirugía, es posible tratar todas las várices existentes, y estos métodos son efectivos y seguros tanto en etapas tempranas como avanzadas de la enfermedad.
Métodos de tratamiento
Bajo anestesia local, se inserta un catéter (láser, radiofrecuencia o pegamento) en la vena y se avanza hasta el punto deseado. Luego, se activa el proceso de calor (láser, radiofrecuencia) o adhesión, retirando el catéter para cerrar completamente la vena.
Actualmente, los métodos de tratamiento de várices sin cirugía son más efectivos, cómodos y seguros que los tratamientos quirúrgicos. Las tasas de éxito del láser, la radiofrecuencia y el pegamento son similares, y la probabilidad de recurrencia de las várices es muy baja. Los pacientes tratados con estos métodos pueden retomar rápidamente su vida normal.

Funcionamiento de los métodos de tratamiento
Los métodos de láser y radiofrecuencia generan alta temperatura dentro de la vena objetivo, logrando así su cierre. En cambio, el método de pegamento funciona sin utilizar calor, generando la polimerización que hace que las paredes de la vena se adhieran, cerrándola. Como los métodos de láser y radiofrecuencia son térmicos, se utiliza anestesia tumescente para proteger el tejido graso y la piel circundante. En la técnica de pegamento, no se necesita esta anestesia, lo que hace el procedimiento más corto y sencillo.
Etapas del tratamiento de várices sin cirugía
En todos los métodos sin cirugía, se accede a la vena a tratar mediante una fina aguja. El ultrasonido Doppler es el paso más importante en el proceso de tratamiento. Con el Doppler, se identifican las venas con fugas y se tratan. El procedimiento se lleva a cabo en una sala de tratamiento especial para várices, que puede ser una sala normal de tratamiento o una sala de operaciones.
Normalmente no se necesita anestesia general, pero puede ser necesario aplicar anestesia local en el sitio de la punción para garantizar la ausencia de dolor. Además, para mayor comodidad del paciente, se pueden administrar medicamentos sedantes y analgésicos por vía intravenosa (sedación analgésica). Este método es tanto seguro como efectivo, permitiendo que el paciente se trate sin sentir dolor.
Independientemente del método utilizado, primero se accede a la vena a cerrar con una fina aguja. Luego, se inhabilita la vena de origen mediante láser, radiofrecuencia o pegamento. Para las várices visibles, se utiliza un procedimiento llamado “mini-flebectomía” para eliminar estas venas bajo anestesia local.