Preguntas Frecuentes
Los grupos con mayor riesgo de desarrollar varices son:
• Personas con antecedentes familiares de varices: Las características hereditarias pueden aumentar el riesgo de varices, aunque también pueden aparecer en personas sin antecedentes familiares.
• Mujeres: Las varices son más comunes en mujeres debido a los cambios hormonales.
• Mujeres que han tenido hijos: Especialmente aquellas con dos o más partos presentan un mayor riesgo de desarrollar varices.
• Personas con sobrepeso: El riesgo de desarrollar varices es alto, especialmente en mujeres con sobrepeso.
• Personas que trabajan de pie o sentadas durante largos períodos: Aquellos que deben permanecer de pie o sentados por razones laborales tienen una mayor probabilidad de desarrollar varices.
La causa principal de las varices es la incapacidad de las válvulas venosas para funcionar correctamente. Normalmente, el flujo de sangre en las venas de las piernas es unidireccional, de los pies hacia el corazón. Sin embargo, cuando las válvulas no funcionan adecuadamente, la sangre fluye de regreso y se acumula en las piernas, causando la dilatación de las venas y, con el tiempo, el
Los síntomas de las varices son:
• Dolor: El dolor intenso en la zona debajo de la rodilla es el síntoma más común.
• Dolor en las venas varicosas: Especialmente durante el período menstrual, las mujeres pueden experimentar un dolor más intenso en las venas varicosas.
• Hinchazón: Se observa hinchazón, especialmente en los tobillos.
• Sensación de cansancio y pesadez: Puede haber una sensación de fatiga y pesadez en las piernas.
• Sensación de ardor o calor: La sensación de ardor, que aumenta en verano, es especialmente notable debajo de la rodilla.
• Calambres y picazón: Pueden presentarse calambres nocturnos y picazón solo en las áreas afectadas por varices.
• Las molestias son menores por la mañana y aumentan a lo largo del día.
• Las molestias suelen ser más evidentes en la zona debajo de la rodilla.
• Por la noche, puede ser necesario elevar las piernas.
• Elevar las piernas alivia el malestar.
• Las molestias disminuyen al usar medias de compresión.
• Las molestias son más intensas en climas cálidos y menos en climas fríos.
• Caminar reduce las molestias, mientras que estar de pie o sentado durante mucho tiempo (inmovilidad) las agrava.
En personas jóvenes, especialmente mujeres, estas molestias pueden estar presentes incluso si no hay varices visibles desde el exterior. Una ecografía Doppler color puede revelar problemas venosos en las piernas.
Las varices avanzadas pueden, aunque rara vez, causar sangrado. Dado que las venas afectadas están cerca de la piel, el sangrado puede ocurrir de manera repentina. En este caso, se puede detener el sangrado aplicando presión en el área afectada. Luego, se debe consultar a un médico para recibir tratamiento.
En varices grandes y tortuosas, cuando la circulación se ve afectada, puede formarse un coágulo. Generalmente, el coágulo permanece en una parte específica de la variz, causando endurecimiento. En estos casos, pueden aparecer dolor y sensibilidad. Aunque el coágulo no avanza, es necesario tratarlo.
Las varices avanzadas pueden causar adelgazamiento de la piel y cambios de color en la zona del tobillo. Si no se tratan, pueden desarrollarse úlceras venosas, conocidas como úlceras por estasis, que son difíciles de curar.
• El dolor causado por las varices es menor por la mañana y aumenta a medida que avanza el día.
• El dolor suele localizarse en la zona debajo de la rodilla.
• Por la noche, puede ser necesario elevar las piernas para aliviar el dolor.
• Al elevar las piernas, el dolor se alivia.
• Usar medias de compresión reduce el dolor de piernas o lo elimina.
• El dolor es más intenso en climas cálidos y menos en climas fríos.
• El dolor en las piernas causado por las varices disminuye al caminar, pero empeora al estar de pie o sentado por períodos prolongados (inmovilidad).
Si sus molestias coinciden con estos síntomas y tiene varices, el tratamiento de las varices no solo eliminará las venas visibles, sino que también reducirá o eliminará por completo las molestias.
Las varices grandes son visibles a simple vista. Sin embargo, para varices ubicadas en zonas más profundas, se utiliza una ecografía Doppler color para el diagnóstico. Esta prueba es esencial para un diagnóstico preciso y para la planificación de un tratamiento adecuado.
Para prevenir las varices, se recomienda:
• Ejercicio: Actividades como caminar, nadar o andar en bicicleta que ejerciten los músculos de las piernas ayudan a reducir el riesgo de varices.
• Evitar permanecer de pie o sentado por períodos prolongados: Si debe estar sentado por mucho tiempo, realice ejercicios que movilicen los tobillos.
• Elevar las piernas: Al final del día, mantener las piernas elevadas sobre el nivel del corazón facilita el flujo sanguíneo.
• Evitar los tacones altos: Usar tacones altos durante períodos prolongados puede afectar el funcionamiento de los músculos de las piernas.
• Control de peso: Especialmente en mujeres, el sobrepeso aumenta el riesgo de desarrollar varices.
• Movilidad durante el embarazo: Durante y después del embarazo, mantenerse activo y usar medias de compresión puede ser beneficioso.
Durante el embarazo, el riesgo de desarrollar varices aumenta debido a los cambios hormonales, el aumento de peso y la presión que ejerce el útero sobre las venas. Las mujeres con problemas visibles de varices deberían considerar el tratamiento antes del embarazo. No se recomienda el tratamiento de varices durante el embarazo; sin embargo, el uso de medias de compresión y caminatas ligeras pueden ser útiles.
El síndrome de piernas inquietas es en realidad una enfermedad del sistema nervioso y está relacionado con el área de la neurología. Aunque se desconoce la causa, se debe distinguir cuidadosamente de las varices, ya que puede producir síntomas similares.
Como su nombre indica, el síndrome de piernas inquietas se caracteriza por una sensación de incomodidad en las piernas. Para diagnosticarlo, deben cumplirse al menos dos de los tres criterios siguientes:
• Al mantener la pierna inmóvil, se siente una sensación de agua corriendo, hormigueo o adormecimiento que solo mejora al mover la pierna. Este síntoma ocurre principalmente al acostarse de noche, pero también puede suceder durante el día.
• Parientes de primer grado con síndrome de piernas inquietas. Aproximadamente la mitad de los pacientes tienen antecedentes familiares de esta condición.
• Los síntomas del síndrome de piernas inquietas se alivian o desaparecen con los medicamentos recetados por un neurólogo.
Este síndrome suele ocurrir durante el sueño y puede alterar el ritmo de sueño. En casos graves, el trastorno del sueño puede afectar la calidad de vida. Aunque no tiene una cura definitiva, algunos medicamentos pueden aliviar los síntomas. Se recomienda el ejercicio de caminata.
Un pequeño porcentaje (aproximadamente el 1 %) de los pacientes con varices experimenta síntomas similares al síndrome de piernas inquietas. Esta condición se denomina "condición similar al síndrome de piernas inquietas", pero no es el síndrome real. En personas con insuficiencia venosa y varices, el tratamiento de las varices puede reducir o eliminar estas molestias.
Estas terapias no son adecuadas para mujeres embarazadas, personas con obstrucción venosa o aquellas con alergia a la sustancia esclerosante utilizada.
Si este procedimiento se realiza junto con el tratamiento de grandes varices, no requiere preparación adicional. Sin embargo, si se realiza solo, deben estar disponibles medias de compresión o vendajes según lo recomendado por el médico.
La terapia de espuma o la ablación por RF son procedimientos cómodos que duran entre 30 y 45 minutos. Pueden administrarse medicamentos relajantes antes del procedimiento.
La terapia de espuma es un procedimiento de bajo riesgo, aunque pueden aparecer algunos efectos secundarios:
• Cambios temporales de color en la piel (pigmentación)
• Aparición de nuevos capilares en el área tratada
• En casos raros, opresión en el pecho, tos o dolor de cabeza temporales
• Muy raramente, obstrucción en las venas normales
No se requiere hospitalización. La persona puede llegar caminando al procedimiento y marcharse de la misma manera después de la terapia.
Por lo general, se puede regresar a las actividades diarias el mismo día. Se recomienda una caminata ligera después del tratamiento, y la persona puede regresar al trabajo al día siguiente. La intensidad del dolor varía según la persona; se pueden recetar analgésicos si es necesario.
Después del procedimiento, su médico puede programar citas de control periódicas.
• Informe a su médico si experimenta dolor o hinchazón en la pierna.
• Siga usando el vendaje elástico o las medias de compresión según las indicaciones de su médico.
• Puede ducharse al día siguiente del procedimiento.
• La cantidad de sesiones necesarias para eliminar todas las varices depende de la gravedad de las mismas. En casos de varices extensas, pueden ser necesarias 4-5 sesiones de tratamiento.
La terapia de espuma tiene una respuesta positiva en aproximadamente el 60-70 % de las venas capilares y en aproximadamente el 90 % de las venas de tamaño medio. Aunque en una sola sesión se puede aplicar el tratamiento de espuma a todas las varices, puede no ser posible eliminarlas por completo. La terapia de espuma es particularmente eficaz en varices de tamaño medio de color verde.
La ablación por RF se utiliza principalmente para tratar varices capilares y tiene una tasa de éxito del 90 %.
Los tratamientos de varices sin cirugía, como el láser, la radiofrecuencia o el pegamento (adhesivo), son muy efectivos y tienen una tasa de éxito del 95 %.
Después del procedimiento, la pierna tratada se vendaje. Se prepara un plan de tratamiento médico con antibióticos y analgésicos, y el paciente puede regresar a su hogar. El vendaje puede retirarse al día siguiente.
• Se recomienda evitar el baño y el ejercicio intenso el primer día después del procedimiento. Síntomas leves como dolor, enrojecimiento y endurecimiento son normales y generalmente desaparecen por sí solos en 1-2 semanas. Si es necesario, se pueden tomar analgésicos.
• Se realizan controles regulares después del procedimiento tanto con evaluaciones clínicas como con ecografía Doppler color para monitorear el estado de las venas tratadas y el progreso del tratamiento.